Aunque a primera vista podría parecer un simple truco contable, las empresas consolidan sus acciones por razones estratégicas:
Elevar el Precio de la Acción: Este es el motivo más común. Una acción cotizando por debajo de $1, $5 o $10 a menudo se percibe como una "penny stock" o una empresa en problemas. Un precio más alto puede mejorar la percepción de solidez y estabilidad.
Cumplir con Requisitos de Cotización: Las principales bolsas de valores (como el NASDAQ o la NYSE) tienen requisitos de precio mínimo por acción (por ejemplo, el NASDAQ exige un precio mínimo de $1). Si una acción cae por debajo de este umbral por un tiempo prolongado, la empresa corre el riesgo de ser deslistada de la bolsa (delisting). Un reverse split es una forma de evitar esto.
Atraer Inversionistas Institucionales: Muchos fondos de inversión, fondos mutuos y otras grandes instituciones tienen políticas que les impiden invertir en acciones por debajo de un cierto precio. Un precio de acción más alto tras un reverse split puede abrir la puerta a este tipo de inversionistas.
Mejorar la "Comerciabilidad": Para algunos inversionistas, una acción de $500 parece más "seria" que una de $0.50, incluso si la capitalización de mercado es la misma. Es un efecto psicológico.
Un reverse split, ¿tiene implicaciones tributarias? Te lo explicamos #EnFácil aquí